lunes, 27 de agosto de 2007

SALVEMOS LOS MURALES DEL RIGUERO

Los que nacimos en los años 60 o más atrás, conocimos del valor humanitario y social que se vivio en la Comunidad del Barrio Riguero y del orgulloso valor histórico de su iglesia.
Posterior al triunfo de los nicaraguenses sobre la dictadura somocista, florecieron las artes en el país y una muestra de ello fué el bellisimo mural que coloreó las paredes internas de la iglesia y el respaldo de su altar mayor, donde se plasmaron escenas de las luchas de los nicaraguenses por ese amor al prójimo que predicara Jesús hace más de 2 mil años.
Para los que nacieron en los años 80 quizás esto sea un leve recuerdo y para los nicaraguenses de los años 90 y 2000, algo totalmente desconocido...pues los feligreses y visitantes de la histórica iglesia del barrio no conocen los murales pues están tapados por censuradoras cortinas.
En esta semana Luis Enrique Mejía Godoy nos sacude, para que no olvidemos esta situación.
Carta del cantautor nicaraguense Luis Enrique Mejía Godoy

El Mural que el pintor italiano, Sergio Michilini y destacados artistas nacionales realizaron en la iglesia Santa María de los Ángeles del Barrio Riguero, 680 metros, compuestos por el mural Absidal, los murales laterales y las policromías e integraciones plástico-decorativas
que representan fragmentos importantes de nuestra historia, obra que fue inaugurada el 19 de julio de 1985, no solo representa la resurrección del pueblo de Nicaragua vivida en carne propia
en ese populoso y combativo barrio oriental, si no, la fe de un pueblo que ama la paz, y que no tuvo más remedio que salir a las calles para responder a la violencia brutal de un régimen dictatorial y criminal.
Los Murales de la Riguero, como son conocidos popularmente, son si duda alguna, Patrimonio Cultural de Nicaragua desde 1990, pero, mucho antes de esto, ya eran un símbolo del compromiso cristiano de ese barrio de nuestra capital que no solo vio entregar la vida de sus jóvenes, si no, también participó activamente en la Insurrección Popular para su verdadera Resurrección.

No vivo en este barrio de Managua, pero habiendo participando en eucaristías celebradas por el Padre Uriel Molina, en bodas, misas de difuntos, bautizos y otras actividades religiosas, cantando la Misa Campesina (que también quisieron prohibir y borrar de nuestra historia, en su momento), siento como propio el derecho de protestar por la destrucción de ese mural artístico que representa en las figuras de Fray Bartolomé de las Casas, San Francisco de Asís, el Obispo Valdivieso, el Obispo Siméon Pereira, Monseñor Romero, Gaspar García Laviana, entre otros sacerdotes mártires y héroes cristianos que asumieron el verdadero compromiso con el momento histórico que a cada uno le tocó vivir.

Hoy, nuevamente, desde lo más oscuro del corazón de algunas personas, y también desde la ignorancia y el fanatismo de otras, no solo han abandonado el mantenimiento de estos murales,
sino que los han tapado con lonas y quieren destruir o alterar esta manifestación artística y cultural de nuestro pueblo, como hicieron con los murales de la Avenida Bolivar durante la administración de Arnoldo Alemán.

Dónde están los artistas plásticos de este país?
Dónde están los Trabajadores y defensores de nuestra Cultura?
Por qué no se pronuncia el Instituto Nicaragüense de Cultura?
Dónde está el Consejo de Paz y Reconciliación?

El arte es lo único que trasciende
El arte es la manifestación más auténtica del ser humano
El arte nos libera y nos dignifica

SALVEMOS LOS MURALES DE LA RIGUERO!

LUIS ENRIQUE MEJIA GODOY
25 de Agosto, 2007


Erick Aguirre desde el 1° de noviembre de 2001, hizo referencia a la situación de los murales en END. (fragmentos de la nota)

En realidad, como lo saben bien los vecinos del barrio Riguero y miles de nicaragüenses, se trata de un conjunto de murales que conforman una sola obra, un magnífico y trascendental monumento a la Historia de Nicaragua, y así exactamente se titula el trabajo. Fue elaborado entre julio de 1982 y julio de 1985, en la iglesia Santa María de Los Angeles, y constituyó el preámbulo de lo que inmediatamente después pasaría a ser la Escuela de Arte Público Monumental de Nicaragua.

En su elaboración empezaron a foguearse, bajo la dirección de Michilini y con el apoyo de otros artistas italianos, los primeros pintores muralistas nicaragüenses.


Michilini está en total disposición, según nos dijo, para llegar a un acuerdo con el padre superior de la provincia franciscana, cuya sede está en Guatemala, así como con el coordinador en Nicaragua y el párroco de la iglesia del Riguero, para sustituir las cortinas fijas que actualmente impiden la visión de los murales, con cortinas movibles de lona para permitir al público y a los feligreses apreciar la obra.

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